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Este gecko se caracteriza por tener párpados completos.
Su cabeza es alargada y puntiaguda, mas ancha en la zona de las sienes. A cada
lado de la cabeza tiene los oídos, formados por una fina lámina casi
transparente que es el tímpano. Los ojos tienen la pupila vertical y suelen ser
verdes. No poseen almohadillas adhesivas, puesto que es un gecko excavador. Su
piel es verrugosa, de fondo amarillo y anaranjado con manchas oscuras por todo
el cuerpo.
Podemos encontrar animales de una gran variedad cromática
debido a cruces selectivos. En el mercado existen muchísimas variedades. El
gecko original, es de color oscuro, de manchas mas o menos parduscas sobre un
tono marrón más claro que tiende al amarillo. Una variedad digna de describir
es el High yellow: es una coloración en la que prima un color amarillo muy
fuerte, sobre el que se colocan pocas manchas de color negro o marrón oscuro.
También destaca el tipo leucístico que carece de manchas, es de color muy
claro. El Snow, que es completamente blanco, el Jungle que tiene las manchas
distribuidas de una manera especial, no uniforme.
El cuerpo es robusto y alargado, y sus extremidades
acaban en 4 dedos pequeños y flexibles. Otra de las características principales
de los geckos leopardo es su cola; la cola es musculosa y se ensancha un poco
en su parte media terminando en punta; además, determina el estado de salud del
gecko ya que en ella almacenan gran parte de sus reservas de grasa, una cola
gorda y robusta será debido a un gecko bien alimentado. Puede desprenderse de
ella como las lagartijas debido a agresiones o malos manejos del criador pero
tienen la capacidad de regenerarla, eso sí, con un aspecto no tan bonito ya que
nunca llega a ser del color original.
También debemos de saber que estos animales son nocturnos
lo que es muy normal que por el día se pasen metidos en cuevas y escondrijos y
solo los veamos por la noche.
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